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Entrevista a miembros del Comité de Defensa de la República de Aragón

PorVíctor Longares Abaiz

Dic 22, 2019

Éramos simplemente ciudadanos aragoneses que hacían uso de su libertad de expresión. CDR

Por Víctor Longares Abaiz

CATALUNYA|Los Comités de Defensa de la República (CDR) nacieron en Catalunya para garantizar la realización del referendum del 1 de octubre de 2017 y su cumplimiento posterior. Los CDR se extendieron por toda Catalunya y fuera de ella. El CDR Aragón se dio a conocer el 1 de octubre de 2018, cuando aparecieron algunos puntos de Zaragoza y Fraga llenos de lazos amarillos, lo que provocó un virulento debate en la sociedad aragonesa. 

Después de algunas polémicas más, volvieron a estar en boca de todos tras la concentración en Zaragoza en 18 de octubre de 2019, en protesta por la sentencia del procés. Esta manifestación intentó ser reprimida por un amplio número de violentos extremistas.

Hoy entrevistamos a algunos miembros del CDR Aragón, que prefieren mantenerse en el anonimato.

¿Por qué habéis querido conceder una entrevista ahora, tras más de un año de actividad?

Hemos de puntualizar que, a pesar de habernos dirigido a varios medios de comunicación, Al Carajo ha sido el único que ha accedido a entrevistarnos. Se ha hablado de nosotros en todos los medios, pero los demás no han querido darnos voz. Por ello, es de justicia agradeceros vuestra actitud.

En respuesta a la pregunta, nos pareció bochornoso que una contramanifestación de carácter violento y no comunicada atacase una manifestación pacífica que convocamos, junto a varios colectivos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos aragoneses, para protestar por la injusta sentencia que condenó a varios años a los presos políticos catalanes.

La mayoría de los partidos políticos (incluidos los cuatro que forman la coalición de gobierno), medios de comunicación y poderes públicos, no solo no condenaron la contramanifestación, sino que atacaron a los convocantes por provocar. Era una manifestación pacífica, en nuestro pleno uso de la libertad de expresión. Es muy grave que se nos culpe a las víctimas de la violencia provocada por la extrema derecha.

¿Quién está detrás del CDR Aragón?

Aragoneses comprometidos con la libertad de expresión, el antifascismo y los derechos civiles. No dependemos de ningún partido político. Somos gente con y sin militancia política, de diferentes ideologías, que nos une la misma reivindicación democrática y que reclamamos nuestro derecho a expresarnos.

El 1 de octubre de 2018, colocasteis lazos amarillos en algunos puntos de Zaragoza y Fraga. Ahí se os empezó a conocer, en medio de una gran polémica.

Se trató de un ejercicio de libertad de expresión, en protesta por una exagerada e injusta prisión preventiva de los líderes políticos catalanes. No entendemos la polémica por algo que no atenta contra el mobiliario urbano, ni contra el tráfico, ni contra la convivencia ciudadana. Se dijeron muchas barbaridades acerca de nosotros, solo por una protesta sencilla.

Lazos amarillos colocados en Zaragoza el 1 de octubre 2019

El presidente de Aragón, Javier Lambán afirmó que estabais identificados todos los miembros del CDR y  que se actuaría legalmente contra vosotros y contra todos los que os siguen en las redes sociales.

No hemos tenido ninguna comunicación. Es preocupante que el gobierno de Aragón tenga esta obsesión contra ciudadanos que no han cometido ningún delito y que solo están ejerciendo su libertad de expresión.

¿Actuar contra ciudadanos que colocan lazos amarillos en barandillas como si fueran criminales? ¿Y contra los que los siguen en redes sociales? ¿Somos conscientes del modelo de sociedad que quieren el señor Lambán y sus aliados?

También apareció pintada de amarillo la cruz del Aneto. Eso sí fue un acto de vandalismo.

Nosotros no tenemos nada que ver con ese hecho ni sabemos qué sucedió allí. Pero hay que recordar que antes de pintarse de amarillo, la cruz estaba llena de pintadas y que ya se había vandalizado en otras ocasiones e, incluso, se había tirado la Virgen del Pilar. ¿Por qué solo fue polémico que sea amarillo? Quizá deberíamos plantearnos el porqué, en un estado aconfesional, las cimas de las principales montañas están coronadas de símbolos religiosos católicos.

Defendéis lo pacífico y legal de vuestros actos pero os mantenéis en el anonimato.

Hemos tenido y continuamos teniendo mucho cuidado con ocultar nuestra identidad, ya que tememos por nuestra integridad física. Esto es algo que confirmamos el 18 de octubre. Es muy grave que en algún medio de comunicación mayoritario, se haya señalado a colectivos o partidos políticos como quienes están detrás del CDR Aragón. Desde la mayoría de los partidos políticos y medios de comunicación se busca criminalizarnos para provocae ataques extremistas contra nosotros.

¿Realmente pensáis que se os quiere criminalizar?

«Éramos simplemente ciudadanos aragoneses que hacían uso de su libertad de expresión. Se lanzó contra nosotros un odio guerracivilista»

Hemos recibido amenazas en redes sociales y hasta se han colgado vídeos amenazándonos. La contramanifestación del 18 de octubre fue claramente un acto contra la libertad de expresión y organizada para focalizar en nosotros el odio ciudadano. Lejos de condenar a los extremistas, el ayuntamiento de Zaragoza, el gobierno de Aragón y los principales medios de comunicación aragoneses azuzaron ese odio contra nosotros, con mentiras como que venían «comandos catalanes» para destrozar y quemar Zaragoza. Éramos simplemente ciudadanos aragoneses que hacían uso de su libertad de expresión. Se lanzó contra nosotros un odio guerracivilista.

¿Qué opináis de las imágenes de violencia que se han producido tras la sentencia del procés?

En primer lugar, hay que decir que sigue habiendo manifestaciones en Barcelona, pero que ya no se habla de ello. ¿Ya no interesa abrir los telediarios con esas imágenes?

Respecto a la violencia, condenamos cualquier tipo de violencia. Sin embargo, debemos recordar que existe el derecho a la legítima defensa. La televisión solo nos está mostrando la respuesta de los manifestantes a la violencia policial, que se trata de ocultar. Sin embargo, gracias a las redes sociales hemos visto esas imágenes sin censura.

¿Cómo es el apoyo que tenéis en la sociedad aragonesa? 

Hay aragoneses que apoyan el derecho a la autodeterminación, otros no comparten nuestras ideas pero apoyan que podamos expresarnos y hay bastantes aragoneses que muestran su preocupación por la deriva del estado, que está atacando los derechos sociales y civiles. Esto es algo impensable en una democracia.

¿Estáis afirmando que España no es una democracia plena?

Desde luego que lo afirmamos. Para empezar, es un estado monárquico que no permite la elección del jefe del estado, sino que mantiene una dinastía impuesta por un dictador. La alabada Constitución Española impide que un referendum sea una herramienta vertebradora de la política estatal. Se persigue y encarcela a gente por delitos de opinión. No solo nos referimos a lo presos políticos catalanes, sino a tuiteros o cantantes. La llamada Ley Mordaza limita derechos de la ciudadanía. Por contra, hay total opacidad para investigar presuntos crímenes de las personas vinculadas con el jefe del estado. No olvidemos que la figura del rey es inviolable, tal como figura en la Constitución. ¿Cómo se puede llamar democracia a un sistema de este tipo?

¿Y vuestra solución es la independencia de Catalunya?

Es la solución que propone una parte importante de la sociedad catalana. Nosotros consideramos que el movimiento independentista catalán busca la construcción de una sociedad más democrática, con valores republicanos. Y que en el resto de naciones del estado español, como Aragón, se puede aprender mucho de ello.

¿El independentismo catalán es supremacista?

La mayor parte de la sociedad catalana es inmigrante o hija de inmigrantes. Muchos de estos, sin ser catalanes de nacimiento, son independentistas. ¿Quién puede decir que el independentismo es supremacista?

¿Qué opináis de las declaraciones desafortunadas a las que nos tiene acostumbrados Quim Torra?

Es vergonzoso que se deslegitime a un presidente autonómico por frases descontextualizadas. ¿García Page o Lambán no han dicho frases condenables? También lo han hecho líderes estatales de diferentes partidos.

Entonces, ¿justificáis que Torra llame a los españoles «bestias con forma humana»?

Esa frase hay que entenderla en su contexto. Fue escrita en un libro lleno de metáforas y dirigido al ámbito académico. Sacar las frases de contexto es algo que se ha hecho contra Torra, contra Jonqueras… pero también contra Pablo Iglesias o Iñaki Anasagasti. Hay que analizar todo con seriedad. 

Arturo Pérez-Reverte escribe muchas veces que «España es un país de imbéciles e hijos de puta» (sic). ¿Por qué esto no genera nunca ningún revuelo? Porque todos sabemos que este escritor utiliza ese estilo literario en un determinado medio dominical, pero que no es su pensamiento hacia los españoles. Por el contrario, cuando Pepe Rubianes dijo que le importaba un bledo la unidad de España, no solo se le atacó sin piedad a él sino que se aprovechó para atacar a todo el independentismo catalán. 

Nos queda claro que no se busca la confrontación de ideas ni el debate. Se ve al contrario como un enemigo a batir, contra el que todo vale.

¿Qué opináis de la manipulación de la historia de Aragón en Catalunya?

En todas partes se manipula la historia. Venimos de un proceso de manipulación histórica que hunde sus raíces en el siglo XIX y continúa durante el franquismo. Es muy difícil acabar con la manipulación histórica que el estado español mantiene a través de las escuelas y la historiografía oficial. 

Por eso, se ataca siempre a quien pone en cuestión ese relato mitológico españolista. El problema siempre está en querer juzgar la historia con ojos actuales. Se utiliza la historia como arma ideológica, para mantener un relato en el que sustentar el presente. Nuevamente, no se busca el debate riguroso ni crítico, sino hundir y deslegitimar el discurso del que se opone a la versión oficial. Preguntabas antes si considerábamos a España una democracia, ¿recuerdas?

No me habéis contestado a la manipulación de la historia de Aragón.

Siempre que se nombra esto, se ponen ejemplos de gente que no forma parte del consenso académico. En ninguna escuela ni universidad catalanas se enseña que Cervantes o Santa Teresa fuesen catalanes, por ejemplo.  No se enseña ninguna de las barbaridades que se están diciendo. 

En cuanto al polémico término «Corona Catalanoaragonesa», se trata de algo empleado por algunos historiadores desde el siglo XIX. Pero el término «Corona de Aragón» es también un término creado por la historiografía posterior al periodo del que estamos hablando. Pero mientras se ataca la supuesta manipulación de la historia desde Catalunya, se enseña en las escuelas que España es la nación más antigua de Europa, que Don Pelayo es un personaje histórico, que el Cid es un héroe, que existieron fantasías decimonónicas como la Reconquista o la Hispanidad…

¿Quién manipula realmente la historia y con qué intereses?

Me gustaría terminar esta entrevista con un mensaje vuestro a los aragoneses.

A la sociedad aragonesa, le pedimos que escuche a la sociedad catalana, que se informe directamente con las personas, aunque no compartan ideas. Que no se dejen manipular y no vean al catalán como un enemigo, porque no lo es. 

A la sociedad española en general, hay que dejarle claro que no existe ningún odio a lo español sino afirmación de la identidad propia, pero sin contraponerla a otras identidades. El debate y el diálogo entre diferentes siempre es bueno y enriquecedor.

Al gobierno Aragón y a los partidos que forman esta coalición, les exigimos que garanticen la libertad de expresión, luchen contra el fascismo en las calles y actúen con la equidad institucional que se les requiere, sin dejarse llevar por prejuicios u odios intestinos. Los cuatro partidos de la coalición son responsables de la actitud del gobierno de Aragón ante esto. Algunos llegaron para regenerar la democracia, pero se olvidan de ello en cuanto se encuentran de verdad contra todo un pueblo que reclama en la calle su derecho a decidir.

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