Por: Javier Benítez
El Gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, ha comenzado a retener una tecnología antidrones clave que le ha venido suministrando a Ucrania, para redirigirla a sus propias necesidades. Algo que puede tener graves consecuencias en el frente, y por lo que representantes demócratas han dejado ver su desacuerdo y nerviosismo.
¿Necesidad de EEUU, o ‘desvestir’ a Ucrania?
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ordenó redirigir la tecnología antidrones destinada a Ucrania a las fuerzas estadounidenses, según informó The Wall Street Journal, que cita fuentes. Una decisión que notificó al Congreso la semana pasada. Como consecuencia, las tecnologías antidrones que Ucrania utilizó para interceptar vehículos aéreos no tripulados se redirigirán a las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio.
Previamente, el Departamento de Defensa explicó al Comité de Servicios Armados del Senado que la necesidad del Ejército estadounidense de las espoletas era «una cuestión urgente identificada por el secretario de Defensa». Un componente clave de los detonadores es la espoleta de proximidad, que detona explosivos cuando un misil se acerca a un vehículo no tripulado.
De acuerdo al medio, la decisión de redirigir los detonadores desnuda la escasez de artículos de defensa en medio de eventuales preparativos de las unidades de la Fuerza Aérea de EEUU en Oriente Medio ante un posible conflicto con Irán o la reanudación e intensificación del conflicto con los hutíes rebeldes de Yemen.
Mientras los partidarios de la medida hacen hincapié en la flexibilidad necesaria para tomar medidas de este tipo conforme a la ley de gasto militar de emergencia aprobada el año pasado, los defensores de Ucrania en el Congreso se indignan.
«Negarle a Ucrania armas que necesita desesperadamente en este momento crítico de la guerra es impensable. No explicar la necesidad de esta medida sugiere que podría ser punitiva», precisó un asesor demócrata del Congreso.
«Hay una decisión que fue tomada hace tres años por parte de varias naciones junto a EEUU, que fue la de atacar a Rusia y de destruirla. Justamente lo decía el presidente brasileño [Luiz Inacio] Lula da Silva. Entonces, por más que Donald Trump diga ‘vamos a redireccionar’, ‘vamos a llevar [esa tecnología antidrones a Oriente Medio]’, no [es tan así]. Y también hay una decisión. También hay que decir que Donald Trump tampoco es que tenga mucha injerencia en ciertas decisiones porque hay que recordar que EEUU es un país manejado por las corporaciones de la guerra”, subraya Rosalba Alarcón Peña, directora del medio digital AlCarajo.org y defensora de Derechos Humanos.
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