“Los que más dieron bomba para asesinar a esas personas fueron los hermanos Uribe, Carlos Castaño (jefe paramilitar) y mi general Ospina”, relató exjefe paramilitar, Francisco Enrique Villalba.
El Juzgado Tercero Penal de Medellín ordenó investigar al expresidente Álvaro Uribe Vélez y a su hermano, Santiago Uribe Vélez, por su presunta responsabilidad en los asesinatos de los dos defensores de derechos humanos Jesús María Valle y Eduardo Umaña Mendoza, perpetrados en los años 90.
La orden de investigar a los hermanos Uribe se dio tras la declaración del exparamilitar Francisco Enrique Villalba Hernández, quien el 7 de julio de 2008 narró ante la justicia los presuntos vínculos de Álvaro Uribe y Santiago Uribe en el asesinato de los defensores de derechos humanos Valle y Umaña.
En su declaración, Villalba dio detalles de una reunión en el año 1997 en la finca La Marranera, de Yumbo (Valle del Cauca), en la que “se habló de atentar contra miembros de derechos humanos, entre ellos Jaime Garzón. Igualmente, se le indagó por quienes estuvieron en la reunión y si habrían planeado allí otros crímenes cometidos”.
“Ahí estaba de las autodefensas Carlos Castaño, Salvatore Mancuso, Mono Leche, Junior y mi persona, con 22 hombres que yo tenía al mando”, dijo Villalba Hernández. Agregó que también había militares, entre ellos una persona denominada como el “general Ospina, que era de la Cuarta Brigada”. Pese a que su nombre completo no aparece en las 82 páginas que tiene el documento, él es la tercera persona contra la cual la jueza tercera penal de Medellín ordenó compulsar copias e investigarlo.
Agregó que también estaban “un teniente, un mayor que no recuerdo el nombre. De policías estaba el mayor Parras Niño, el acompañante de él era el patrullero Acuña. Estaba José Serrano, comandante de la Policía de esa época, el gobernador para esa época, Álvaro Uribe Vélez y Santiago Uribe y unos agentes de policía de San José de la Montaña”.
A renglón seguido, explicó que en esa reunión se habló sobre las razones por las que serían asesinados Eduardo Umaña Mendoza, Jesús María Valle Jaramillo y Jaime Garzón. “Porque ellos estaban molestando sobre las violaciones de derechos humanos que se estaban llevando entre paramilitares y militares como la Cuarta Brigada. La orden que dieron fue que esas personas tocaba callarlos para que no molestaran más”, dijo el exparamilitar.
El exparamilitar Francisco Enrique Villalba detalló que la lista de las personas por asesinar era “un solo papel, estaba escrito en computador, estaba bien redactada, la tenía Carlos Castaño y se la pasó a Santiago Uribe (hermano de Uribe)”. Agregó que “empezaron a decir que esas personas tenían que ser calladas como fuera”. Después de eso, “empezaron a contratar”, y los crímenes comenzaron a ocupar los titulares de la prensa.
La lista de personas que debían ser asesinadas en el año 1997, por orden del máximo jefe paramilitar Carlos Castaño, estaba encabezada por Jesús María Valle, el doctor Umaña y Jaime Garzón; además de unos funcionarios de la Fiscalía, entre los que estaba Amparo Cerón, y unos miembros del CTI que estaban investigando sobre la masacre de El Aro y que fueron asesinados en 1999, aseguró.
Sobre el encuentro de 1997 en la finca La Marranera, el exparamilitar dijo también que se hizo para hablar sobre el trabajo de veeduría que los juristas y defensores de derechos humanos estaban adelantando. “La reunión se hizo porque había mucha presión del doctor Valle, del doctor Umaña y de Jaime Garzón, que estaban unidos denunciando la masacre de El Aro. Yo le avisé al doctor Valle y al doctor Umaña que los iban a asesinar, que no se movieran”, narró.
Además, Villalba dijo en ese momento que intentaron presionarlo para desviar lo que ya había relatado sobre las reuniones en las que se habrían fraguado los crímenes, declarados de lesa humanidad.
“He recibido unos escritos para que me retracte de lo que he dicho, yo tengo las cartas. Era para que firmara y pusiera la huella, pero yo nunca quise. Yo tengo esas cartas, me las llevó otro interno de La Modelo, era el marido de la Monita Retrechera (Elizabeth Montoya de Sarria). Yo estoy en capacidad de entregar los escritos”, afirmó.
En su relato, Villalba aseguró que el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue quien más presionó para que asesinaran a los defensores de derechos humanos, porque buscaba ocultar las denuncias y así evitar la investigación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a Colombia por las masacres consecutivas a manos de miembros del Estado y los paramilitares.
“El que dio más bomba para asesinar a esas personas fueron los hermanos Uribe, Carlos Castaño y mi general Ospina, ellos fueron los que dieron más bomba. La referencia que hizo Álvaro Uribe es que a esas personas tocaba callarlas antes de que eso se adelantara más, que se nos va a venir la Corte Interamericana encima sobre la vaina de derechos humanos, esa era la preocupación que él tenía. La última palabra la dio Carlos Castaño, que era que se iba a cumplir”, narró.
En 1997 no hubo visita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a Colombia. Sin embargo, esa instancia internacional sí emitió ese año su informe número 5/97, el cual estuvo centrado en la persecución y genocidio de los militantes de la Unión Patriótica. Ese era justo uno de los casos de defensa de derechos humanos que estaba sobre los escritorios de los abogados Valle Jaramillo y Umaña Mendoza, y que más les preocupaba.
Como detalles extra de la reunión. Dijo que a los asistentes los acompañaron los policías de San José de la Montaña (Antioquia). “Fueron en un helicóptero azul, eso lo pueden verificar con los pobladores (…). No sé de quién eran los helicópteros”, narró. Y agregó: “Carlos Castaño llegó con Mancuso y el piloto, que era Angarita, a él lo mataron aquí en Medellín. Los militares llegaron en el helicóptero con Álvaro Uribe y Santiago y los policías; el mayor Parra Niño llegó vía terrestre”, concluyó.
Además de la orden para investigar a los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez, la jueza tercera penal de Medellín incluye en la decisión a una tercera persona cuyo nombre no se conoce y que quedó mencionada en la relación solo como el “general Ospina”. Es el mismo que en la declaración del exparamilitar Francisco Enrique Villalba Hernández aparece señalado como una de las personas que asistieron a reuniones en la finca Las Marraneras, de Yumbo (Valle del Cauca), donde se habrían fraguado los crímenes.
La orden de investigar a los hermanos Uribe se dio en marco de la condena del subdirector del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por su responsabilidad en el secuestro de la fallecida senadora Piedad Córdoba.