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Dar a conocer lo que deberíamos callar. Periodismo de Investigación.

PorWilliam Vianney Solano

Nov 28, 2020

Por: William Vianney Solano

El Periodismo no es otra cosa que publicar lo que el poder quiere que no se conozca, recuerdo que a esta conclusión confirmada llegamos el Periodista y autor del libro las chuzadas, Julián Martínez y este servidor en una entrevista que me concediera para DCerca el pasado 22 de octubre del año en curso.

Y no es para menos, sin lugar a dudas publicar lo que el poder quiere que se mantenga escondido produjo en su momento, en los Estados Unidos hace más de cuatro décadas ya lo que se conoció como el escándalo de Watergate que descubrió un intrincado rastro de comportamiento deshonesto que llegó directo a la Casa Blanca.

De eso sabe muy bien el invitado a DCerca, Julián Martínez, “Cuando un hombre quiere mantener algo fuera del papel es una buena noticia!» o al contrario, “Cualquier cosa que el patrón quiera ver publicada es publicidad; porque lo que él no quiere ver en el periódico, es noticia”.

Actualmente junto a Julián Martínez, otros tantos periodistas valientes, y digo valientes no porque no sientan temor, sino porque están dispuestos a decir la verdad aun sabiendo que lo pueden perder todo y que son conscientes de lo que asumen en su responsabilidad de ser buenos periodistas, reviven aquella escena en la que cinco hombres irrumpieron en el cuartel general del Comité Nacional Demócrata en Washington, desencadenando una serie de acciones que tumbaron al presidente republicano Richard Nixon. Periodismo serio e investigativo que para el caso de la esquina más importante de américa latina, medio mueven y desfavorecen, al menos, la mediocre imagen de un gobernante como ha sido Duque y el «poder oculto» que lo sostiene, un poder tan invisible que todo el mundo sabe de quién se trata y que buscará a través de cualquier medio perpetuarse en su primogénito, sin importa que el muchacho de las manillas no se sepa las tablas de multiplicar. 

Como lo dije inicialmente, lo que se conoció como el escándalo de Watergate descubrió un intrincado rastro de comportamiento deshonesto que llegó directo a la Casa Blanca, ese robo y escándalo condujeron a la única renuncia de un presidente de Estados Unidos y se logró cambiar la política estadounidense para siempre y se convirtieron en sinónimo de la corrupción del gobierno.   Como se recordará, los periodistas del Washington Post Carl Bernstein y Bob Woodward comenzaron a reportar sobre el asunto después del robo, con la ayuda de una fuente conocida como «Garganta Profunda», que más tarde fuera identificada como el oficial del FBI Mark Felt, escribieron una serie de artículos importantes sobre el escándalo de Watergate.

Cuatro décadas más tarde y en otro escenario y con otros actores, Julián Martínez junto al también valeroso Gonzalo Guillén, periodista e investigador, han puesto en jaque al cuestionado gobierno colombiano, logrando paulatinamente un cierto despertar de la opinión pública, lo que ha llevado que lógicamente por su poder de denuncia, sus vidas corran peligro, acciones con mucho valor y profesionalismo, que dan como resultado trabajos serios como la Nueva Prensa. Existen trabajos y proyectos periodísticos con dicha característica de publicar lo que el poder no quiere que se sepa y que ocupan un prestigio ante la opinión pública, medios de comunicación que merecen una amplia columna de opinión.  

Me ha gustado ser periodista, asumo las consecuencias de lo que esto implica y exige. Colombia, los colombianos, la opinión urge de buenos periodistas y como periodistas debemos a veces estar en contra vía hasta de la misma opinión pública, somos voceros de la opinión pública sí, pero también árbitros de la misma.

No es para menos que uno de los referentes que motivara a Julián Martínez a ejercer el periodismo sea el también periodista Guillermo Cano Isaza, que perteneció a la tercera generación de periodistas de la familia de Fidel Cano Gutiérrez, fundador de El Espectador. Apropósito, Cano Isaza fue el guía y el maestro de toda una generación de periodistas, que recibió de él no sólo la formación profesional, sino los principios éticos que defendió a lo largo de su vida y el ejercicio de su carrera como periodista.  Julián Martínez también recuerda a Hollman Felipe Morris periodista, productor, director de televisión, escritor y político colombiano, quien le recordara a Martínez que cuando se es periodista, también se es defensor de derechos humanos. No hay discusión, el activismo del Periodismo es ese, defender derechos humanos, entre otras actividades promover la transparencia de los gobernantes. Hay gente que nos puede admirar por nuestra forma de ser y habrá quienes nos odien y quieran asesinarnos por la misma razón, nuestra forma de ser.

Para el caso del Watergate, el escándalo que cambió la política estadounidense, los sospechosos fueron encontrados con una serie de artículos, incluyendo objetos para forzar cerraduras, billetes de 100 dólares con series secuenciadas y un receptor de onda corta que podría interceptar las llamadas de la policía, según informó en ese entonces The Washington Post y quedaron marcados en la historia del país del norte.

Para el caso de las chuzadas, el escándalo que mostró otro escenario de argucias, trampas, mafia en la política colombiana, los periodistas que no son sospechosos, fueron rotulados como negativos en la lista de medios de comunicación que están bajo la mira de un gobierno que perdió la cuenta de cuántos opositores, denunciantes, defensores de derechos humanos y periodistas han sido asesinados en los últimos años y que permanecerán sus crímenes en la más completa impunidad y estos periodistas, odiados por los corruptos, como buenos periodistas, dejarán huellas imborrables que marcarán siempre nuestra historia colombiana.  

Sobre el autor

Un comentario en «Dar a conocer lo que deberíamos callar. Periodismo de Investigación.»
  1. ¿Podría el periodista columnista no ser tan pesimista al final del texto? Sé que Colombia es una plaza brava para el periodismo serio y con criterio, especialmente a nivel económico, pero muchas personas estamos pendientes de don Javier y Heliodóptero que no les pase nada.

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