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COMERCIO PETROLERO

PorMiguel Jaimes

Dic 29, 2020

Venezuela está inscrita en un nuevo modelo de integración. El tema de ese patrón internacional tiene espacios más significativos que conflictivos y el ensayo más importante de estas nuevas relaciones se sitúa en la conocida área geográfica del Océano Atlántico, es decir dentro del renombrado Mar Caribe. Esta nueva avanzada esta activada sobre una de las más importantes plataformas continentales, a un lado de un punto muy clave: el Canal de Panamá, el cual es muy privilegiado en estos momentos.

La importante navegabilidad por estas áreas oceánicas ha dado impulso a la reciente firma de un novedoso acuerdo entre las repúblicas de Nicaragua y China para la colosal construcción de un gigantesco Canal Interoceánico sobre el territorio centroamericano. Dentro de esta plataforma está el fondo de una importante organización financiera: el Banco de Petrocaribe, el cual a partir de su fundación ocupa un importante espacio de crecimiento, siendo un generador de grandes oportunidades sobre la base del desarrollo, cooperación e integración.

En lo geopolítico los proyectos son comunes, sobre todo los que traspasan los espacios de los hidrocarburos los cuales desde ya dan cuenta de su fortalecimiento, tras estos nuevos convenios, generalmente basados en un compromiso de solidaridad geográfica y energética impulsado por Petrocaribe.

Pero todo este poder combate las asimetrías, es decir desequilibrios notados con el anti desarrollo, pasando desde un delicado proceso de supervisión y verificación por un comercio justo, el cual se ubica entre los primeros compromisos de un fondo crediticio establecido y el cual ya asciende a más de 870 millones de dólares.

Sólo colocando el ejemplo de Petrocaribe, donde Venezuela aportaba más de cien mil barriles de crudo al día, esto desde el segundo semestre del 2005 hasta el 2015 logrando alcanzar muy pronto una meta diaria de 180.000 barriles diarios. Se trasportó hacia esa zona marítima un total aproximado de 182 millones de barriles, ahorrándose la región más de 230 millones de dólares. Esta cifra para el área es más que significativa, es su desarrollo y por ende la estabilidad social de toda una región.

Pero la oscuridad caída sobre América Latina y el Caribe durante los últimos cien años en lo económico, dejó en sus espacios importantes lecciones: recuperar materias primas y orientarlas al desarrollo de esta importante región la cual estuvo durante varias décadas sin esperanzas, inundada de lamentos y con pruebas que nunca creyeron superar, pero hoy la historia cambio.

Los temas de las deudas externas han sido superadas y la incorporación del más grande de la región Sudamericana en las Economías Emergentes son el bloque del Caribe, junto a Rusia, India, China y Sudáfrica, permitiendo un mayor crecimiento.

La India también le presenta su valor a esta área, poseer el mayor número de mano de obra en el planeta en comparación con el resto representa: 516 millones de trabajadores. Por otra parte, está la República Popular China, quienes actualmente y desde el 2013 poseen la economía de más rápido crecimiento en todo el planeta, invierten 5 billones de yuanes para su desarrollo industrial, pero también acaban de llamar a la mayor convocatoria mundial de puestos de trabajo: 45 millones (2010) de nuevos cargos a ser ocupados por habidos empleados, otro importante dato, sólo en el año 2012 recibieron 50,9 millones de turistas, y en el 2015 un nuevo llamamiento para quince millones más de nuevos puestos de trabajo. Estos son los socios.

Mientras, Sudáfrica no siendo la nación de la estabilidad política, propone para su continente conformado por más de treinta millones de kilómetros cuadrados, 54 países y 1200 millones de habitantes una moneda única: el Mandela. Superado parte del Apartheid cuando nadie lo imaginaba, mayúscula madures política. Este es el encuentro SUR-SUR.

Venezuela, siendo socia de todos estos países establece a pesar del Bloqueo la profundización de las relaciones con la República China donde maneja una mesa de negociaciones con más de 400 convenios, y a pesar que la meta establecida de envíos para el 2016 millón y medio de barriles/día de petróleo hacia aquella habida economía no haya sido cumplida las relaciones se han profundizado, ya contrató el primer tanquero venezolano con capacidad para 2 millones de barriles de crudo, el Carabobo, y los préstamos (septiembre 2014) para ser invertidos en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez Frías, fueron desembolsos los cuales fueron desde 14 mil millones de dólares más, esto se sumó a más de 33 mil millones de dólares ya recibidos en los últimos años, para un total de 48 mil millones de dólares. Posterior a esto Venezuela recibió desembolsos hasta de 55 mil millones de dólares y aún hoy los prestamos superan lo ya otorgado.

Esta enorme inversión prestados a Venezuela es la fase del mayor y mejor comercio petrolero, la máxima y principalísima oferta nacional. Ninguna otra nación de la región ha recibido tamaña confianza económica como la que aquí se vive en el viraje de la nueva estrategia asiática.

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