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Camilo Torres: Educación superior y lucha estudiantil

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PorRosalba Alarcón Peña

Ago 15, 2021

Con la intención de dar a conocer los esfuerzos realizados por personajes nacionales e internacionales a favor de la paz de Colombia, y de contar la historia a través de diferentes textos, AlCarajoOrg publicará libros y textos que aproximan de forma verídica la lucha de la sociedad colombiana por lograr la paz en el país suramericano.

Empezamos este ejercicio con el Sociólogo, maestro, padre y revolucionario Camilo Torres, libro de la Universidad Nacional de Colombia, que será publicado en su totalidad en diferentes artículos, que recoge la esencia de sus planteamientos en sus aportes más importantes a la percepción de temas que aún siguen siendo vigentes por el alcance de los objetivos que estos se fijan en el orden espiritual, social, económico y político.

Una universidad autónoma para el desarrollo de la cultura.

Desde muy temprano, Camilo comienza a plantearse la necesidad de liberar a la universidad de las influencias políticas partidistas, que en el momento las representaban los partidos Conservador y Liberal. Con el objetivo de que esta institución adquiera la independencia y autonomía que le permita cumplir la función social que la sociedad en su conjunto le ha asignado, y que no consiste en otra que en contribuir a la solución de sus problemas más urgentes y sentidos.

En un debate sobre el carácter político de la universidad con el periódico Bisturí, que desarrolla en el periódico La Razón (1947), Camilo expone una serie de puntos de vista que leídos en el contexto de la actual coyuntura tienen la mayor vigencia. Comienza por afirmar que la universidad tiene muchísimos problemas que exigen de una solución inaplazable,2 y que uno de ellos tiene que ver con la autonomía científica. La que para ser posible requiere que la universidad cuente con una financiación adecuada por parte del gobierno. Camilo entiende que ese es un punto sobre el que profesores y alumnos están totalmente de acuerdo y respecto al cual el gobierno no ha tomado ninguna medida.

Para Camilo la financiación de la universidad, esto es de la educación superior, debe darse a través de una decisión de gobierno de crearle rentas propias (en el lenguaje actual un presupuesto adecuado, suficiente y oportuno) a la institución, de manera que esta pueda garantizarse a sí misma la autonomía científica.

Para él no es suficiente que el Estado preste una ayuda económica al máximo organismo docente del país, sino que resulta de la mayor importancia que las instituciones universitarias cuenten con los recursos que requieren para adelantar a cabalidad las tareas académicas y científicas que permiten el desarrollo de la cultura. Y como el presupuesto depende de los organismos políticos, Camilo señala que la universidad está ya bastante desarrollada para poder tener aspiraciones más amplias y más técnicas y que no se puede desear que una institución de tanta transcendencia para el país dependa de la voluntad de los organismos políticos.

La financiación adecuada, suficiente y oportuna de la educación superior es para Camilo la base esencial del modelo de universidad. Se necesita una universidad completamente cultural y para esto es necesario que sea autónoma. Esta afirmación de Camilo nos coloca frente a una de las columnas del debate educativo actual: la relación entre financiación, autonomía, universidad y cultura.

Es absolutamente claro que para Camilo la universidad es una institución para el desarrollo de la cultura y que esa es la naturaleza de su esencia. Comprende que la cultura tiene distintas expresiones y que, entre muchas otras, están las ciencias y las artes; unas sirven a la solución de los problemas de la sociedad y las otras contribuyen al fortalecimiento de las relaciones de la identidad nacional.

Pero para que la universidad sea ella y encarne el patrimonio cultural de la nación, libre de toda manipulación política, es necesario que en su conjunto sea autónoma, lo cual no se le da gratuitamente, sino que es el resultado de sus luchas y procesos de organización. A este respecto Camilo afirma que es posible que estos deseos de autonomía verdadera sean ignorados por el presidente (gobierno). Pero más allá de inculpar la actitud del gobierno querecorta y niega la autonomía universitaria verdadera, lo que hace Camilo es señalar que esto se produce por otra razón adicional que supone una completa desorganización de los estudiantes para manifestar sus opiniones.

Camilo señala la necesidad de la organización universitaria nacional. Pero también advierte de las dificultades de esta y de la razón de sus fracasos. La federación de estudiantes colombianos no es una institución que carezca de objeto. Por el contrario, obedece a una imperiosa necesidad. A la necesidad de hacer patentes los deseos colectivos del estudiante universitario y mostrar su efectivo valor con la fuerza que produce la unidad de acción y la conformidad a un pensamiento idéntico.

El camino que debe seguir el movimiento universitario frente a los retos que le plantea cada momento histórico es claro para Camilo, cuando observa que solamente existe un intento entre nosotros que tiende a colectivizar los deseos de los universitarios y planificar su manera de intervenir en la solución de los problemas que le atañen en común y es la llamada Unión Universitaria.

Se refiere a un organismo similar a la actual Mane (Mesa Amplia Nacional Estudiantil). Camilo no deja de señalar las dificultades y los fracasos a los que puede verse abocada la Unión Universitaria, afirmando que diversos motivos, entre otros la apreciación errada de su intención y el desconocimiento de sus finalidades pueden conducir a logros limitados y a fracasos.

Para Camilo, la lucha por una universidad autónoma y cultural tiene como prerrequisito la organización y la unidad del pensamiento universitario en torno a una agenda de reivindicaciones básicas que le permitan alcanzar logros significativos. Hace particular realce de la urgencia de la participación en procesos de discusión de la vida universitaria de los estudiantes, y de la necesidad de la organización nacional estudiantil entorno a finalidades específicas.

Sobre el autor

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Rosalba Alarcón Peña

Rosalba Alarcón Peña, periodista y Defensora de Derechos Humanos, directora del portal web alcarajo.org y la Corporación Puentes de Paz "voces para la vida". Además, analista y columnista del conflicto armado de su país natal (Colombia) en medios internacionales. Redes sociales. Twitter: @RosalbaAP_ Facebook. Rosalba Alarcón Peña Contacto: rosalba@alcarajo.org

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